WASHINGTON, 3 jul (Xinhua) -- Un nuevo estudio mostró que la testosterona, la hormona masculina, tiene un efecto sustancial en la preferencia de los hombres por marcas de lujo que son consideradas símbolos de estatus.
El estudio, publicado hoy en la revista Nature Communications, reveló que es más probable que un hombre con niveles de testosterona más altos en su cuerpo prefiera un par de pantalones Calvin Klein que uno con menores niveles de testosterona.
De acuerdo con Colin Camerer, un profesor de economía conductista de Caltech y coautor del estudio, una de las principales funciones de la testosterona es generar comportamientos de búsqueda y protección de estatus.
"En el reino animal, la testosterona promueve la agresión, pero la agresión favorece el estatus", dijo Camerer. "Muchos de los comportamientos humanos derivan de la readaptación de comportamientos vistos en primates. Así que reemplazamos la agresión física con una especie de agresión consumista".
El estudio fue al corazón biológico de lo que se llama consumo ostentoso, la práctica humana de adquirir y exhibir bienes y servicios de lujo para incrementar el estatus social de uno.
Camerer comparó los costos de este comportamiento con el peso y costo de las elaboradas colas de los pavo reales machos.
"Si no tuvieran que atraer hembras, los pavo reales estarían mejor sin su cola. Podrían escapar con mayor facilidad de los depredadores y encontrarían alimentos más fácil si no tuvieran la cola", dijo Camerer.
El estudio incluyó a 243 voluntarios masculinos de entre 18 y 55 a?os de edad que recibieron al azar una dosis de gel de testosterona o placebo que absorbieron a través de la piel.
Los participantes fueron enviados a casa y se les pidió regresar a casa cuatro horas después, cuando los niveles de testosterona en su sangre alcanzaron los máximos niveles.
Al regresar, los voluntarios participaron en tareas dise?adas para medir sus preferencias por distintos tipos de productos.
La primera tarea fue una escala de 10 puntos que tenía en un extremo una marca asociada con alto estatus social y en el otro una marca con bajo estatus social pero de calidad equivalente.
Los datos que los investigadores recabaron durante esta tarea mostraron que los hombres que recibieron una dosis de testosterona tuvieron una mayor preferencia por las marcas de lujo que los hombres que recibieron el placebo.
La segunda tarea fue dise?ada para separar el efecto de la testosterona de deseo de artículos de lujo de otros potenciales efectos, como un creciente deseo de productos de alta calidad o de bienes que evocan una sensación de poder.
Se mostró a los participantes del estudio una serie de anuncios de artículos de consumo como autos, anteojos o cafeteras. Los participantes recibieron al azar una de las tres versiones de un anuncio en cada artículo.
"En nuestro más cercano pariente animal, los machos gastan mucho tiempo y energía combatiendo para establecer su dominio. Lo hacemos, pero nuestras armas son lo que vestimos, conducimos y en donde vivimos, en lugar de garras, pu?os y músculos", dijo Camerer.