Los clientes prueban el iPhone X de Apple después de que saliera a la venta en una tienda en Manhattan, Nueva York, el 3 de noviembre. [Foto / Agencias]
Nueva York, 28/12/2017 (El Pueblo en Línea) -Apple admitió el miércoles que ralentiza los modelos más antiguos del iPhone a medida que envejecen a través de las actualizaciones del sistema operativo, afirmando que lo hace para "prolongar la vida" de los dispositivos y maximizar la disminución de la energía de la batería, según Beijing News.
Según el anuncio de Apple, la compa?ía limita la velocidad de procesamiento de los modelos más antiguos de iPhones exclusivamente en interés de los usuarios: ese es un motivo bastante altruista.
El problema es que su anuncio muestra que no respeta totalmente los derechos de los usuarios. Cuando se vende un iPhone, el dispositivo se convierte en propiedad del comprador, y es este quien tiene plenos derechos sobre el teléfono. Incluso si se necesitan medidas para prolongar la vida operacional de un iPhone de una generación anterior, esto es algo que depende de la elección de los usuarios. Apple no tiene derecho a tomar esa decisión en nombre de los usuarios.
Cabe se?alar que Apple no ofreció ninguna opción a sus clientes. Simplemente actualizó el iOS y redujo la velocidad de los viejos iPhones, sin informar a los clientes de lo que estaba haciendo. Si no se hubiera descubierto su práctica, Apple seguiría ocultando actualmente este hecho.
Si Apple realmente ralentizó los viejos iPhones para promover las ventas de sus nuevos productos, es una práctica poco inteligente ya que la mayor atracción del iPhone para los clientes radica en su buen desempe?o. Al forzar a la gente a comprar modelos nuevos, Apple ha arruinado su propia reputación, y sus productos podrían perder su atractivo para muchos fanáticos del iPhone.
Ese incidente también debería recordarle a la gente sobre un posible riesgo en esta era de la tecnología. Las empresas de tecnología podrían privar a los usuarios de muchos derechos sin que nunca nos avisen que lo han hecho. Es necesario limitar el poder de las empresas de tecnología con la legislación adecuada, a fin de proteger mejor los derechos legales de los usuarios.