El candidato presidencial por la alianza Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, participa durante su acto de cierre de campa?a regional, en la ciudad de Valparaíso, Chile, el 13 de diciembre de 2017.(Xinhua/Jorge Villegas)
Por Javier Ureta
SANTIAGO, 16 dic (Xinhua) -- Alejandro Guillier (La Serena, 5 de marzo de 1953) es una cara conocida, tanto que los chilenos llevan viéndola muchos a?os y, sin embargo, aún no está tan quemada como la de otros personajes habituales de la política chilena.
El secreto y su gran baza es que el aspirante de la centroizquierda se acercó a la política de una forma menos convencional que su opositor para la segunda vuelta, el ex presidente Sebastián Pi?era: Por la televisión.
Alejandro es el hijo de Alejandro René Guillier y María Raquel Alvarez, tiene tres hijos y estudió dos carreras: sociología y periodismo.
Tras sobresalir por su rendimiento en la carrera, entró a trabajar en el diario "La Estrella del Norte", además de ser corresponsal en su ciudad, situada en el norte de Chile a 450 kilómetros de Santiago, de Radio Cooperativa y la "Revista Hoy" (1981-1983).
La información local le quedó peque?a al joven y ambicioso Guillier, quien se trasladó a Santiago para tomar puestos de responsabilidad y seguir con el ascenso meteórico que le ha acompa?ado a lo largo de todas las direcciones en las que ha enfocado su carrera profesional.
De hecho, este rasgo podría servir para definir a Guillier, que desde el norte de Chile se ha abierto un hueco en la historia del país a base de ambición, trabajo y eficacia.
En Santiago le puso voz a la primera edición de "Primera Plana", una publicación emblemática del país austral, y así fue extendiendo el rumor de que había llegado a la capital un joven norte?o lleno de talento y trabajo.
De esta forma saltó a la fama que da la televisión, donde condujo varios de los programas más vistos de una sociedad que le dejó entrar en su casa, una baza que ha jugado siempre a favor en su carrera política.
Como anécdota, cabe rese?ar que durante su paso por Chilevisión trabajó para su contrincante, Sebastián Pi?era, que poseía el canal de televisión. De hecho, en esa etapa, Guillier llegó a decir que votaría por él en unas elecciones.
Además, coincidió con su rival de primera ronda y pieza clave de esta segunda ronda, la actual líder del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, presentando el informativo de radio "Hora 20" en 2012, lo que demuestra que conoce a la perfección las virtudes y defectos de sus contrincantes.
Hace tan solo cuatro a?os, en 2013, Guillier decidió cambiar de tercio y emprender otra carrera fulgurante. Del periodismo pasó a la política y en este tiempo ha conseguido disputarle la presidencia a Pi?era, un escenario que hace tan solo unos meses parecía impensable.
"Los políticos antiguos pertenecen a un Estado que ya pasó. La sociedad comienza a buscar otros liderazgos en los medios de comunicación que ven todos los días", llegó a decir durante la campa?a.
Obtuvo primero su puesto como senador independiente por Antofagasta y desde el Senado fue tejiendo una red de apoyos que tomó relieve cuando el oficialismo chileno le apoyó en las primarias frente a todo un ex presidente, como Ricardo Lagos (2000-2006).
Después pasó a esta segunda ronda con el 22 por ciento del apoyo basándose en una campa?a de perfil bajo en la que sólo al final decidió convertirse en el abanderado de Michelle Bachelet y seguir su legado.
Ha sabido aprovecharse de la mala lectura de las encuestas sobre el escenario político chileno, que preveían un mayor apoyo en la primera ronda para Pi?era.
Sin embargo, los primeros comicios arrojaron que la suma de todas las fuerzas de la izquierda superaba a las de la derecha.
Los nervios le han jugado desde entonces malas pasadas a Pi?era, que incluso ha acusado a Guillier de tener votos marcados a su favor.
Estas palabras generaron un terremoto en la sociedad chilena: la gran mayoría las rechazó inmediatamente y la propia Beatriz Sánchez, que no se había pronunciado sobre sus intenciones, afirmó que votaría a favor de Guillier, un escenario que le pone muy de cara a las elecciones.
Si finalmente consigue arrastrar el apoyo de un buen porcentaje del Frente Amplio y mantiene el del oficialismo, quién sabe si el periodista con el que cenaban millones de chilenos durante a?os será el nuevo presidente del país austral.
(Web editor: Felipe Chen, Rocío Huang)