MANILA, 30 ago (Xinhua) -- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, declaró hoy que ahora la opción está en el ejército para hacer un esfuerzos de último minuto para retomar el último bastión de milicianos islamistas en la ciudad de Marawi, en el sur de Filipinas.
Duterte se?aló en un discurso que no puede permitir que la lucha de 100 días se prolongue.
"Tengo mis límites" expresó Duterte, quien a?adió que la situación está fuera de sus manos.
"Hasta este momento, hay un punto muerto", dijo Duterte.
El presidente mencionó que le dijo al ejército que "la opción está en ustedes debido a que no podemos tener un punto muerto por más de un a?o".
Duterte admitió que él provocó que el conflicto se prolongara al oponerse al plan de bombardear la gran mezquita utilizada por los milicianos para ocultar a sus rehenes.
El plan inicial del ejército era bombardear la mezquita "para capturar o matar a los líderes yihadistas y en el proceso sacrificar a los rehenes, todos filipinos".
Sin embargo, Duterte dijo que inicialmente estaba en contra de la idea porque atacar la mezquita "sólo crearía más animosidad y hostilidad contra el gobierno. Eso generará más odio".
Duterte se?aló que también envió a "alguien" para pedir a los milicianos que liberaran a los rehenes y que no los da?aran.
El gobierno espera hacer una declaración oficial de victoria en unas cuantas semanas.