LHASA, 16 ago (Xinhua) -- La policía ha detenido a 28 revendedores de entradas para el Palacio Potala, edificación de 1.300 a?os de antigüedad que se encuentra en Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, y los ha acusado de vender los boletos a turistas a altos precios.
La temporada alta en este lugar, declarado patrimonio de la humanidad, se extiende de mayo a octubre y los revendedores acumulan entradas para revenderlas luego con elevados márgenes de ganancias, informó hoy miércoles la oficina de seguridad pública de Lhasa.
Una entrada para el Palacio Potala puede venderse a un precio de hasta 1.000 yuanes (150 dólares), a pesar de que puede adquirirse por 200 yuanes a través de los canales oficiales.
Para minimizar el perjuicio a la estructura de madera y barro, el número de visitantes está limitado a 5.000 al día en las temporadas de mayor afluencia, una cifra que no satisface la demanda del creciente número de turistas que quieren ver el edificio. Por ello, es necesario reservar con antelación a través de la página web oficial del palacio o en la taquilla con un documento de identidad válido.
Los revendedores usaban sus propios documentos de identidad o pedían prestados los de otros para conseguir las reservas con anticipación y luego revendían las entradas a quienes no habían conseguido hacer la reserva. Algunos de ellos incluso mintieron a los turistas en el lugar diciéndoles que ya no había más entradas y les obligaron a participar en visitas en grupo que les darían sobornos.
La policía se?aló que los revendedores "han perturbado seriamente el orden del mercado".
El Palacio Potala fue construido por el rey tibetano Songtsa Gambo en el siglo VII y ampliado en el siglo XVII. Fue incorporado a la lista de lugares patrimonio de la humanidad de la Unesco en 1994.
El a?o pasado se realizaron cerca de un millón de visitas al palacio, conforme a la oficina administrativa del lugar.