EEUU, 19/06/2017 (El Pueblo en Línea) - El joven espa?ol Joel Romero Hernández, de tan sólo 16 a?os, y estudiante de primero de bachillerato, se ha ganado pasar el verano en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), la mejor universidad del mundo según el prestigioso ranking QS. Y todo ello gracias al premio que le ha otorgado la NASA por un proyecto que pretende, ante todo, salvar la vida de los astronautas que en un futuro, quizás breve, pondrán rumbo a Marte, según La Vanguardia.
La idea de este joven estudiante es evitar que los cosmonautas que se erijan como los primeros visitantes del planeta rojo perezcan en el intento. Joel sabe que una vez éstos hayan amerizado, ya no podrán volver a la Tierra. “Y es que hoy en día no disponemos de la tecnología para que puedan regresar después de haber pisado suelo marciano”, explica el joven investigador. Es por eso que ha dise?ado “una arquitectura que permitiría situar a seres humanos en una nave espacial orbitando Marte desde donde podrían controlar a unos robots que sí estarían en la superficie marciana”.
El artilugio en cuestión cuenta con una mano biónica que, y aquí viene lo más curioso del caso, se controla mediante un guante del Decathlon. “Ya no sé si me lo compré en el Decathlon o en un chino, no me acuerdo”, apunta Joel, quien subraya que uno de los requisitos de la investigación -que empezó a crear bajo el auspicio del programa Jóvenes y Ciencia y que mejoró en la feria Exporecerca Jove, evento que le daría acceso finalmente a la Intel ISEF- era “hacer toda la parte tecnológica de manera autodidacta”. “Los componentes a utilizar tenían que ser ‘low cost’ para que si alguna persona quería reproducir el prototipo, pudiera hacerlo sin dificultades económicas”, a?ade.
El guante está equipado con unos sensores, a modo de tiras, que reaccionan al movimiento, enviando una se?al a la mano biónica para que ésta reproduzca los gestos que se están haciendo en origen. La idea del proyecto le vino a la cabeza mientras veía la película Avatar. Y fue a partir de ahí cuando se puso manos a la obra. “Empecé a hacer los primeros bocetos y a pensar qué tecnología utilizar”.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)