Estudiantes se preparan para el gaokao en Lianyungang, provincia de Jiangsu. [Foto Si Wei]
“Era mi última oportunidad para el gaokao, por eso aproveché cada minuto para prepararme"
En 1977, Tang Min era un profesor de matemáticas de 24 a?os de edad en una escuela intermedia en Nanning. Tomó el examen junto con sus estudiantes y fue admitido por el departamento de matemáticas de la Universidad de Wuhan.
"25 era el límite para el gaokao y yo tenía 24 a?os. Era mi última oportunidad, por eso aproveché cada minuto para prepararme", confiesa Tang, investigador de macroeconomía y consultor del Consejo de Estado.
Debido a que el gaokao había sido suspendido por más de un decenio, ese a?o hubo un exceso de examinandos.
Liu Haifeng y su hermano menor se prepararon dentro del cuarto de 6 metros cuadrados que compartían.
"Nuestras familias, particularmente nuestros padres, nos apoyaron en todo. Ellos nos perdonaron el trabajo doméstico para que cada minuto pudiera ser invertido en estudiar", a?ade Liu.
El chino era la fuerza de Liu, pero las matemáticas, la historia y la geografía eran sus puntos débiles porque esos temas no se ense?aban cuando su generación cursó la secundaria. Tuvo que aprender desde cero, utilizando libros de texto obsoletos y mal impresos, únicos materiales de aprendizaje disponibles en ese momento.
"Los repasos estaban llenos de alumnos, hasta sentados en las ventanas. Sin embargo, nadie se quejaba y todo parecía lleno de energía y esperanza.La atmósfera era realmente fantástica", aseguró Liu.