“El tango tiene que ver mucho con la personalidad de los argentinos, no importa que sepamos bailarlo o cantarlo. Todos los argentinos respiramos tango. Por eso somos muy nostálgicos y el pasado ocupa un lugar, quizás, un tanto desproporcionadamente importante. Por eso es vital que los jóvenes puedan recrear el tango pensando en el futuro y no en el pasado”, destacó en su intervención Diego Guelar, embajador de Argentina en China.
En el concepto ideo-estético de “Breaking tango, almacén Buenos Aires” se fusionan dos estilos en apariencia asimétricos: el tango argentino y el breaking dance. La sensualidad del tango y la destreza corporal del breakdance se integran, con gran acierto, en una danza-fusión que logra despertar emociones y redibujar la centenaria tradición tanguera.
“El tango necesita algo más contemporáneo para no perderse en el tiempo. Es una música libre, aunque siempre el bailarín necesita un patrón melódico. Mientras que la música electrónica juega con el caos y con la persistencia de la misma frase musical, por eso al bailarla no puedes hacer pausas. Y en el tango se necesita hacer pausas, y en ese momento sentir a tu compa?era, respirar y acomodarse en el espacio”, asegura Bruno Gibertoni, bailarín de “Breaking tango, almacén Buenos Aires”.
Con un magnífico trabajo de dirección, Ricardo Arauz logra transmitir emoción, fuerza narrativa y coherencia expresiva.