El nuevo sistema de supercomputación de China, el Sunway-TaihuLight, fue nombrado el ordenador más rápido del mundo en la Conferencia Internacional de Supercomputación celebrada hoy lunes en Alemania.
El Centro Nacional de Supercomputación también fue desvelado hoy lunes en la ciudad de Wuxi, provincia oriental china de Jiangsu, donde está instalado el superordenador de nueva generación.
Con una capacidad de procesamiento de 125,436 petaflops por segundo, lo que supone que puede realizar cuatrillones de cálculos por segundo a máximo rendimiento, el Sunway-TaihuLight es el primer superordenador que logra una velocidad por encima de los 100 petaflops.
La capacidad de computación del superordenador se debe a un chip CPU de múltiples núcleos desarrollado por China que sólo ocupa 25 centímetros cuadrados.
"Se necesitarían 7.200 millones de personas usando calculadoras durante 32 a?os, o 2 millones de ordenadores de sobremesa trabajando durante un minuto, para hacer los mismos cálculos que el superordenador puede resolver en solo 60 segundos", dijo Yang Guangwen, director del centro de Wuxi.
Instalado dentro de una habitación con una superficie de 1.000 metros cuadrados, el Sunway-TaihuLight está compuesto de 40.960 procesadores.
Además de la velocidad, el Sunway-TaihuLight es mucho más eficiente energéticamente que su predecesor, el Tianhe-2, también desarrollado por China, que fue el mejor superordenador del mundo seis a?os consecutivos. Cada vatio de electricidad puede soportar 6.000 millones de cálculos del Sunway-TaihuLight, lo que supone solamente un tercio del consumo energético del Tianhe-2, que registraba 33,86 petaflops por segundo para los mismos cálculos.
Sin embargo, otros países están desarrollando sus propias proezas de supercomputación, indicó Fu Haohuan, subdirector del centro de Wuxi.
Los Estados Unidos pretenden producir un superordenador con 1.000 petaflops por segundo para 2025. A su velocidad presente, para 2017, se espera que haya dise?ado un superordenador con una potencia de entre tres y cinco veces la del Tianhe-2.
"Aunque la velocidad es una meta primaria, controlar el nivel de energía es igualmente imprescindible. Si no, los superordenadores futuros consumirán una cantidad de electricidad equivalente a la utilizada por una ciudad de tama?o mediano", sostuvo Fu.
China ha invertido 1.800 millones de yuanes (273 millones de dólares) en el desarrollo del Sunway-TaihuLight, casi una tercera parte de los cuales provino del gobierno central y el resto fue compartido por las autoridades provinciales de Jiangsu y las municipales de Wuxi.
La tecnología de supercomputación de China fue también incluida el lunes en la lista de preseleccionados del Premio Gottfried Wagnner, un galardón concedido por Alemania en el terreno de la innovación de la tecnología de supercomputación. Se trata de la primera vez que China entra en la lista. El ganador se anunciará más tarde este a?o.
Tres aplicaciones del Sunway-TaihuLight han sido nominadas: el sistema de modelado terrestre, el modelado de olas de la superficie oceánica y el modelado de microestructuras de aleación de titanio.
La nueva generación del superordenador ya se ha utilizado para determinar los cálculos precisos para pronósticos meteorológicos con una exactitud de nueve kilómetros cuadrados. La tecnología se usó asimismo en la búsqueda internacional del desaparecido avión MH370 de Malaysian Airlines en el procesado de datos masivos enviados a través de satélites.
Después del Tianhe-2, China ha estado explorando las aplicaciones de la supercomputación en, por ejemplo, el análisis de medidas de control de la polución atmosférica, la investigación médica y la tecnología de internet.
Zhang Jian, investigador de la Academia de Ciencias de China, dijo que China todavía va a la zaga de los países desarrollados en materia de comercialización del uso de su tecnología de supercomputación.
De acuerdo con él, la aplicación comercial todavía está dominada por Occidente. China necesita más talentos para explorar y aplicar la tecnología en diferentes terrenos.
Con previsiones marítimas más precisas basadas en la tecnología de supercomputación de alta resolución, los barcos de patrulla, carga y pesca serán capaces de optimizar sus planes de ruta para evitar pasar por aguas peligrosas. Las plataformas petrolíferas en alta mar también podrán elaborar programas de precaución para prevenir los desastres marítimos, de acuerdo con el I Instituto de Oceanografía de la Administración Estatal de Oceanografía.