En primer lugar, los ba?os públicos tienen que ser fáciles de usar por una amplia variedad de personas de ambos sexos, desde madres con bebés hasta ancianos y discapacitados. Los arquitectos y los propietarios de las instalaciones necesitan "ir al ba?o" para que comprendan cómo se dise?a este tipo de instalación pública y las necesidades que tienen los diferentes grupos demográficos.
Hasta aquí se puede avanzar rápido. Sin embargo, el comportamiento social es lo que más puede demorar el éxito. Lo primero es lograr acondicionar el local, de tal manera que su estructura misma pueda orientar el comportamiento del usuario. También es muy necesario dar a conocer las normas de uso y expresar la aspiración social a la que se quiere que el usuario llegue mediante mensajes que lo motive a cuidar y respetar la instalación pública que le brinda servicio.
Los ba?os también requieren una estricta higiene y el uso de productos de limpieza certificados. Además, la formación de los empleados a cargo y la capacidad de suministros son factores claves para mantenerlos limpios. De hecho, muchos ba?os públicos en China han sido construidos siguiendo un alto nivel, pero a medida que el tiempo pasa, no se cuidan, se ensucian y rápidamente caen en mal estado. Cuando una instalación pública respeta a los usuarios, las posibilidades de que el respeto sea recíproco es mucho más alta.
Los antiguos chinos tenían una sofisticada cultura del reciclaje de excretas para utilizarlos como fertilizantes. Esa práctica desarrolló muchos tipos de ba?os, sobre todo en las zonas rurales, donde lo principal en su dise?o era facilitar la recolección manual de excrementos. Mientras el concepto de ba?o público en China no logró centrarse en la privacidad y el solaz de los usuarios, no se desarrolló en muchas partes una elegante cultura de la higiene.
Ahora, con 30 a?os de rápido crecimiento económico, los chinos disfrutan de una mejor calidad de vida en casi todos los aspectos. Sin embargo, aún falta elevar la cultura de la higiene. Esta carencia causa muchos problemas y origina muchas quejas, dentro y fuera de China. Por lo tanto, promover una mejor cultura del ba?o público no sólo atraerá más turistas a China, también muchos países estarán orgullosos del comportamiento de los turistas chinos en sus instalaciones.
Jack Sim es fundador de la Organización Mundial de Ba?os y profesor visitante en la Escuela de Políticas Públicas Lee Yew, de la Universidad Nacional de Singapur.
Sun Xi es un periodista independiente con sede en Singapur y ex alumno de la Escuela de Políticas Públicas Lee Yew, de la Universidad Nacional de Singapur.