CHANGCHUN, 11 may (Xinhua) -- ?Qué debe hacer uno cuando se encuentra con un tigre en el bosque? Un aldeano del noreste de China sobrevivió la semana pasada a semejante encuentro tras gritar a la bestia.
Cao Bingguang, natural del poblado de Chunhua en Hunchun, en la provincia de Jilin, estaba recolectando plantas silvestres comestibles de un bosque local con su vecino Xiang Laoqi el cinco de mayo. Cuando se separaron, Cao escuchó, de repente, unos pasos que se acercaban. Levantó la vista y observó un tigre a menos de 20 metros.
"Me quedé petrificado", recuerda Cao. "Pensé: ya está, estoy acabado."
El hombre nunca había visto antes un tigre de verdad. Calculó que el gran felino mediría unos 80 centímetros de altura y se fijó en sus fuertes piernas. Estaba tan cerca que podía ver la franja que atravesaba la cara del animal.
El terror lo acogotó, pero se acordó de los consejos del departamento local de silvicultura: No huyas de un tigre. Mírale directamente a los ojos y grítale. Eso puede asustarlo y hacer que se vaya.
Cao empezó a llamar a su amigo Xiang tan alto como pudo, y lentamente empezó a retroceder. Para su sorpresa, el tigre le devolvió la mirada durante unos segundos y después se dio la vuelta y de un salto se adentró en el bosque.
Así como el animal desaparecía, Cao corrió hacia su moto y regresó a Chunhua sin detenerse. "Me caí varias veces. Ni siquiera reparé en que me había ara?ado las piernas", rememora.
Cao llamó a la policía al llegar a la aldea. Los agentes y otros lugare?os empezaron una batida por el bosque. Encontraron a Xiang sano y salvo, pero ni rastro del tigre.
En la frontera con Rusia, Chunhua está situada en la Reserva Natural Nacional del Tigre Siberiano de Hunchun. De vez en cuando se registra algún caso de tigres que hieren a animales domésticos.
Los tigres siberianos se extinguieron casi por completo de China en los a?os cincuenta. Pero en los últimos a?os vienen siendo avistados cada vez en mayor número gracias a las iniciativas conservacionistas. Según un cálculo oficial, el número de tigres siberianos en la provincia de Jilin pasó de menos de 10 en 1998 a unos 27 en 2015.
Los expertos forestales recomiendan a quienes se encuentren un tigre que resistan el impulso de darse la vuelta y huir o agachar la cabeza, pues ese tipo de comportamiento puede llevar al depredador a considerarlo como presa. Lo mejor es quedarse quieto. Si el tigre se acerca, lo que debe hacerse es protegerse la cabeza y el cuello con los brazos y pedir ayuda a gritos.