(160509) -- ROSARIO, mayo 9, 2016 (Xinhua) -- Una técnica riega plantas en el Invernadero de Desarrollo de la empresa argentina Bioceres, en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, a 300km de Buenos Aires, Argentina. (Xinhua/Martín Zabala)
El gen de aumento de rendimiento y tolerancia a la sequía y la salinidad, descubiertos por investigadores argentinos, se denomina HAHB-4, hallado por un grupo de investigadores del CONICET encabezado por la doctora Raquel Chan y asociado a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la empresa Bioceres.
El desarrollo consiste en el aislamiento y la caracterización de un gen de girasol cuya función está relacionada con la respuesta natural de la planta a las condiciones de estrés como la sequía y la salinidad. Una vez identificado el gen HAHB-4 y su familia de desarrollos, el CONICET y la UNL se asociaron con la empresa Bioceres para generar una patente y posteriormente comercializar del descubrimiento.
"El acuerdo incluye el intercambio de expertos, que viajan a China o a Argentina, y queremos que la colaboración vaya más allá de un solo producto", enfatizó Watson.
Para el directivo de Bioceres, "el productor necesita de otras tecnologías, lo podemos hacer con una empresa multinacional o de China, pero para nosotros va a ser más eficiente si podemos combinar la tecnología china-argentina antes que con un desarrollo de una multinacional".
"Queremos agregar valor no tanto en el puerto, sino en el origen, y se podría si se pueden desarrollar tecnologías para aprovechar los restos de la cosecha, para producir un cultivo de segunda generación. Se podría tener el doble de facturación por una misma hectárea en ese caso", manifestó el experto.
"Como país debemos apuntar a agregar valor al cultivo. Por ejemplo, la producción de aceite se puede utilizar para el biodiesel, que hace que haya una menor dependencia de los hidrocarburos. Cualquier tecnología que ayude a mejorar la producción, haría que uno estuviera en el mejor de los mundos", enfatizó.
"Argentina y China pueden desarrollar la tecnología con componentes compartidos. Es una oportunidad muy importante porque Argentina como productor, y China como consumidor, si pueden armonizar sus sistemas y aprovechan sus ventajas competitivas, que las tienen, pueden rápidamente tener la misma perspectiva que las empresas multinacionales que se dedican a esto hace muchos a?os", dijo Watson.