También culpó al gobierno turco de "cooperar" con extremistas en lugar de combatirlos.
Las relaciones entre Moscú y Ankara cayeron a su nivel más bajo después de que Turquía derribara un avión caza ruso en la frontera con Siria en noviembre de 2015. Turquía dijo que el avión violó su espacio aéreo, pero Rusia lo negó.
Moscú impuso una serie de sanciones contra Turquía después del incidente y acusó a Ankara de estar involucrada en comercio ilegal de petróleo con el grupo Estado Islámico. Turquía rechazó las acusaciones.