SANTIAGO, 2 mar (Xinhua) -- Un crecimiento de China al 6 por ciento es preferible a uno de 10 por ciento, según afirmó Osvaldo Rosales, consultor chileno en economía internacional y exdirector de la Division de Comercio Internacional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En entrevista con Xinhua, el también exdirector de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería chilena argumentó que "es preferible, si es que ese crecimiento del 6 por ciento es más equilibrado, dando más espacio al consumo que a las inversiones, a los servicios que a la manufactura, y a las decisiones de mercado que a decisiones administrativas".
Agregó que "si eso se va consiguiendo, el aporte de la economía china a la salud de la economía mundial será altamente positivo".
En su opinión, "hay que insistir en que un crecimiento del 10 por ciento en China, que acentúe los desequilibrios económicos, sociales y ambientales, sería una muy mala noticia para China y para la economía mundial".
"Por eso, un crecimiento del 6 por ciento y una gradual reducción de esos desequilibrios es la mejor ayuda para una economía mundial bastante debilitada. Sin embargo, eso no está garantizado y hay que poner más énfasis y voluntad política en avanzar en las reformas", puntualizó el especialista chileno.
Rosales considera que "los próximos cinco a?os serán cruciales para evaluar el grado efectivo de avance en las reformas en curso en la República Popular China".
Comentó que por ahora, la desaceleración en el ritmo de crecimiento del país, las dificultades para lidiar con las oscilaciones de la bolsa de valores, el alicaído ritmo del comercio exterior hacen que en Occidente crezcan las preocupaciones sobre la solidez del crecimiento chino.
Rosales explicó que el desafío chino es abordar simultáneamente una serie de complejas transiciones, a saber, "desde el apoyo en la inversión hacia privilegiar el consumo, desde la manufactura tradicional a manufacturas inteligentes, desde manufacturas a servicios modernos, desde empresas estatales a empresas privadas, desde precios fijados centralmente a precios de mercado".
Además, mencionó la migración desde el campo a la ciudad; gestionar un simultáneo proceso acelerado de industrialización y urbanización; liberalizar la tasa de interés y las operaciones financieras; abrir la cuenta de capitales en su balanza de pagos, etc.
A su juicio, "son demasiadas transiciones y cada una con complejidades técnicas y políticas. De allí que es difícil esperar ritmos de crecimientos superiores al 5 ó 6 por ciento en los próximos a?os".
Para Rosales, la opción de relajar la política monetaria y elevar la liquidez con más préstamos bancarios para reactivar la economía "no es una buena opción para asegurar avances en las reformas económicas".
Sostuvo que "al contrario, puede acentuar los desequilibrios y la resistencia al cambio. Mi temor es que en esta simultaneidad de reformas, las autoridades chinas le concedan excesiva importancia a la liberalización de la cuenta de capitales y a la internacionalización del yuan".
"En mi modesta opinión, el énfasis debiese estar más puesto en el avance de las reformas domésticas pues es allí donde China se juega la estabilidad y el dinamismo de su crecimiento", afirmó.
Indicó que una apertura apresurada de la cuenta de capitales de China pasaría a hacer depender excesivamente su política económica de los vaivenes del renminbi (RMB, moneda china), perdiendo además autonomía en su política monetaria.
Respecto a la meta de China de alcanzar para el a?o 2020 una sociedad modestamente acomodada, el consultor internacional aseguró: "La clave es montar una masiva red de protección social que permita que las familias chinas de ingresos bajos y medios puedan asignar un mayor porcentaje de sus ingresos disponibles al consumo y también le pueda asegurar razonables niveles de protección en materia de salud, educación, vivienda y previsión".
Destacó que "se trata de una tarea colosal que no se logra en plazos cortos, pero sin avances efectivos en esta tarea, será muy difícil que el consumo pueda crecer en los niveles que se desea".
Con una red de este tipo funcionando, indicó, los gobiernos locales tendrán mayor flexibilidad para aceptar los recortes en la actual sobre-producción en rubros claves, y crecerá la flexibilidad en el mercado del trabajo, facilitándose la reasignación de recursos hacia las nuevas actividades en industrias y servicios más sofisticados.
"Eso también requerirá inversiones en capacitación y readiestramiento de la mano de obra", dijo Rosales, aclarando que los montos en la red social "generarán mayor rentabilidad social que los ingentes recursos que se siguen prestando a empresas estatales no competitivas para que sigan elevando la sobre-producción, sin avanzar suficientemente en las reformas económicas".
Sobre el manejo medioambiental del gobierno chino, Rosales dijo que "China está consiguiendo avances en este campo y hay más presencia de energías renovables no convencionales". En este sentido, mencionó que se ha reducido el uso de carbón contaminante en las centrales eléctricas y se han cerrado muchas de estas centrales contaminantes.
"El compromiso del presidente Xi Jinping en la Cumbre del Cambio Climático de París mostró que no sólo China está comprometida con la cooperación internacional para abordar el desafío del cambio climático, sino que también internamente está haciendo las tareas, probablemente con más entusiasmo que nadie", subrayó el especialista chileno.
"Existe un estrecho vínculo entre el ritmo de las reformas con la eficiencia energética y la búsqueda de fuentes de energía renovables. China está mostrando el camino y ojalá estos avances pudiesen estar más presentes en la cooperación de China con América Latina", destcó Oswaldo Rosales.