El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a la oposición política de derecha de desplegar una campa?a con guerra sucia en su contra, a poco más de dos meses del referendo constitucional del 21 febrero próximo, que definirá si pueden el mandatario y el vicepresidente ir a una reelección más.
Asimismo, negó enfáticamente un supuesto nepotismo en su gobierno como pretenden mostrar los opositores.
"Ahora dicen que toda la familia de Evo está acaparando cargos, qué mentira. Mi hermana está en el hospital bajo la cooperación de los hermanos cubanos, y mi hermano Hugo a su suerte; yo digo mis hermanos no se meten en el tema de la política, acá no se trata de familias para administrar el Estado", aseveró en un acto de entrega de obras en la localidad de Sorachachi, del departamento de Oruro (oeste).
Asimismo, recordó que los anteriores gobiernos de derecha eran administrados por "yernos, hermanos o hijos que eran due?os del Palacio".
En pasados días, el ex constituyente y disidente oficialista Filiberto Escalante afirmó que el presidente Morales incurre en nepotismo porque tiene a familiares ocupando cargos en entidades públicas, tales como Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Al respecto, Morales calificó de "malas lenguas" a quienes lo acusan de nepotismo sin fundamento, al igual que en a?os anteriores, en los que la derecha nacional e internacional lo tildaban de "narcotraficante, asesino y terrorista".
"Estos días estaba escuchando tantas acusaciones (que son parte de) la guerra sucia, que más no habrá, pero para mí ya no es nada eso. Antes qué me decían a mí, que Evo era narcotraficante, asesino, terrorista, Bin Laden andino, eso nos dijo la derecha nacional e internacional, y está en los periódicos y los medios de comunicación", remarcó.
A pesar del embate, Morales agradeció el "apoyo tan incondicional" del pueblo boliviano a su gobierno, que -a su juicio- es una revolución que transforma Bolivia.