MADRID, 11 ago (Xinhua) -- Los cambios realizados últimamente en el gobernante Partido Popular (PP) por el presidente del Gobierno de Espa?a, Mariano Rajoy, y los recientes anuncios de "rebajas fiscales", según analistas locales, son intentos casi desesperados por frenar la sangría de votos que sufrió el PP en las elecciones regionales de mayo.
En el primer caso, los analistas políticos coinciden en que los relevos al frente del partido no van más allá de lo puramente cosmético; y en cuanto a las medidas económicas, consideran que quizá llegan demasiado tarde para atraer a los votantes.
Tras las elecciones del 24 de mayo, Rajoy se encontró ante un Comité Ejecutivo Nacional en el que los "barones" (dirigentes regionales del partido) criticaron abiertamente su gestión y le culparon de los malos resultados obtenidos.
El presidente del Gobierno no se esperaba esas críticas, pero la dureza de las mismas le obligó a anunciar una remodelación que "no tenía ninguna intención de hacer", como asegura Florentino Portero, analista senior asociado del Instituto Elcano, fundación espa?ola privada de estudios internacionales y estratégicos.
Rajoy nombró al joven Pablo Casado como director de Comunicación del PP, a su jefe de Gabinete en Moncloa, Jorge Moragas, como director de campa?a; a Fernando Martínez como vicesecretario del partido, y a la catalana Andrea Levy como secretaria de Estudios y Programas del partido.
Sin embargo, mantuvo al frente de la Secretaría General del PP a la criticada María Dolores de Cospedal.
En el think tank liberal conservador Floridablanca tampoco creen que sólo esos cambios vayan a dar el giro que se necesita a las expectativas electorales del PP. Uno de sus analistas políticos, José Ruiz Vicioso, matiza que Rajoy debe ir más allá. "Tiene que desarrollar ahora una estrategia", afirma.
La causa de la pérdida de más de dos millones de votos en las elecciones regionales de mayo, se debe principalmente, según analistas, primero, el gobernante partido no sabe atajar el problema de la corrupción, segundo, una pésima estrategia de comunicación del Gobierno para explicar a los ciudadanos las medidas de austeridad económica y tercero, el incumplimiento de varias promesas electorales como la Ley del Aborto o la postura frente a ETA.
Rajoy necesita un golpe de timón y rápido, considera José Ruiz Vicioso. "Debe renovar el discurso, extenderlo a materias sociales y no sólo centrarse en los logros económicos".
La estrategia del gobierno frente a las elecciones generales es hacer la vida más barata a los ciudadanos, al bajar en julio el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Los trabajadores que ganen hasta 40.000 euros pagarán al fisco por IRPF unos 20 euros menos de media al mes durante 2015 que actualmente.
A las rentas muy altas -por ejemplo un ejecutivo con un salario de 250.000 euros- le retendrán 399,99 euros menos al mes por el impuesto sobre la renta, según un estudio del diario local El País.
La reforma fiscal que ha dise?ado el gobierno beneficia sobre todo a las rentas bajas y a las muy altas, aunque si se abre el foco y se compara con la subida del IRPF que aprobó el mismo Ejecutivo en 2011, nada más llegar a La Moncloa, la disminución fiscal es muy tenue.
E incluso las rentas de más de 100.000 euros tendrán que pagar algo más. Lo que hace el Ministerio de Hacienda es revertir en su mayor parte el aumento que soportan los trabajadores por cuenta ajena desde hace dos a?os y que bautizó como "gravamen complementario", según el diario.
Las elecciones generales de Espa?a se celebran cada cuatro a?os, las últimas se realizaron en noviembre de 2011.
Queda poco tiempo para hacer algo por atraer votos, aunque durante los últimos cuatro a?os, el gobierno espa?ol encabezado por el PP ha realizado importantes reformas estructurales para combatir la crisis económica y financiera y que ha logrado obvios resultados positivos y reconocidos por la Unión Europea, entre otras instituciones internacionales, encabezando este a?o la recuperación europea.
El gobierno anunció que este a?o va a haber un desarrollo económico de casi 3 por ciento.
No obstante, los índices macroeconómicos positivos solo representan una parte de la economía que son las macroempresas, según los analistas, para las empresas peque?as y medianas, aún es difícil acceder a créditos o para expandirse. Y los resultados positivos de las reformas no han llegado a la gente común y corriente.
Como dice el ministro de Economía y Cooperación, Luis de Guindos, Espa?a aún no ha empezado la recuperación económica, sino acaba de salir de la recesión.
El gobierno espa?ol está muy claro de que estos peque?os cambios tanto en el gobierno como en el partido gobernante muy poco tiempo antes de las elecciones, no es sino una muestra de actitud del cambio ante su electorado, y es un esfuerzo tardío para atraer a los votantes.
A pesar de todo, según analistas, el esquema político bipartidario de Espa?a se ha terminado, ahora son más partidos principales: el PP, el Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), Ciudadanos y Podemos. Se especula que habrá posibilidad de la alianza entre partidos de izquierda, y si lo hacen, la perspectiva electoral para el PP es oscura.
(Editor:Elena G.,Rosa Liu)