Presidenta Dilma Rousseff buscará la reelección en ballotage
Dando continuidad a las políticas de Lula da Silva, Rousseff amplió los programas sociales con el aumento de los beneficios del Bolsa Familia, que otorga una renta mínima a más de 13 millones de familias en todo el país, y la creación del Brasil Sin Miseria, con el objetivo de erradicar totalmente la pobreza extrema en el país.
Otros programas que se destacaron en su primer mandato están el Ciencia sin Fronteras, con la meta de enviar al exterior a 100.000 estudiantes brasile?os a hacer cursos de posgrado y el Más Médicos, que colocó 14.000 profesionales de salud en los lugares más pobres del país.
Para estimular el crecimiento económico, la gestión de Rousseff lanzó una sucesión de iniciativas con estímulos fiscales, subsidios y facilitación del crédito para las empresas, que sin embargo dieron poco resultado.
A partir de 2013 fueron iniciados varios programas de concesiones en el sector de infraestructura, con el fin de atraer inversiones privadas en aeropuertos, puertos, rutas, ferrocarriles, energía y petróleo.
Aunque aún el impacto directo en la actividad económica es poco perceptible, los analistas coinciden que debe haber una maduración de ese proceso que podrá tener efectos en el crecimiento y la productividad de la economía a partir del a?o próximo.
Nacida en el estado de Minas Gerais en el seno de una familia de clase media formada por un inmigrante búlgaro y una brasile?a, Rousseff tiene una trayectoria marcada por su militancia contra la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985, y por su actuación en el servicio público a partir de la redemocratización.
En su juventud participó en las organizaciones armadas de la resistencia al régimen de facto conocidas como Colina (Comando de Liberación Nacional) e VAR-Palmares (Vanguardia Armada Revolucionaria), fue presa, torturada y pasó tres a?os en prisión a comienzos de los a?os 70.
Tras haber estudiado Economía, ocupó a fines de la década de 1980 la Secretaría de Minas y Energía del gobierno de Rio Grande do Sul, lo que le dio proyección nacional en esa área y la mostró como una gestora eficiente.
Afiliada al PT desde 2001, fue ministra de Energía durante el primer mandato de Lula da Silva a partir de enero de 2003, implementando una amplia reforma en el sector, y pasó a ocupar la jefatura de gabinete del gobierno desde junio de 2005.
En ese cargo, tuvo bajo su mando las principales acciones del Ejecutivo en el segundo mandato del ex sindicalista, destacándose la coordinación del PAC, el ambicioso plan de inversiones en infraestructura de saneamiento, viviendas, transporte, energía y recursos hídricos.