BEIJING, 19 oct (Xinhua) -- En un libro publicado en 1927, "Los momentos decisivos de la historia", el escritor austriaco Stefan Zweig escribió que aunque los momentos realmente críticos rara vez llegan a ocurrir, cuando se producen son decisivos para el curso de la historia durante décadas o incluso siglos.
En los a?os por venir, es posible que la gente recuerde el actual Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) como uno de tales momentos para el país, e incluso para el mundo.
Pasados congresos nos ense?aron que esa reunión, que se celebra dos veces cada diez a?os, no es solamente un reajuste del liderazgo, sino que es igualmente esencial para definir el camino de China hacia el futuro.
En un informe presentado al congreso en nombre del XVIII Comité Central del PCCh, que está por culminar su mandato, Xi Jinping manifestó que China se convertiría en "un gran país socialista moderno" para mediados del siglo XXI.
China se habrá convertido en un líder global en términos de la fuerza nacional integral y la influencia internacional, con una economía moderna, una cultura avanzada y unas fuerzas armadas de talla mundial.
La prosperidad para cada persona básicamente se ha logrado. El pueblo chino disfruta de una vida más feliz, segura y sana, destacó Xi.
La compa?ía financiera estadounidense Morgan Stanley publicó en febrero un informe en el que se predijo que los ingresos per cápita de los chinos aumentarían de los actuales 8.000 dólares a 12.500 dólares para el a?o 2027.
En su discurso, Xi dijo que para 2035 la modernización socialista se habrá logrado básicamente.
De alcanzarse esta meta, el PCCh convertirá a la China socialista en uno de los países más ricos y poderosos de la tierra, en lo que sería la primera vez que un partido marxista llegue a tal haza?a.
Karl Marx, filósofo alemán del siglo XIX, creía que el socialismo crearía un mejor futuro que el capitalismo. Más de un siglo después de su muerte, el PCCh está aplicando sus teorías en la práctica, aunque con peculiaridades chinas, y llevando al país de la pobreza a la prosperidad.
Como en alguna ocasión lo dijo el exlíder chino Deng Xiaoping, "cuando China entre a las primeras filas de las naciones, no sólo tenemos que haber iluminado un nuevo camino para los pueblos del tercer mundo, sino que también (y esto es aún más importante) debemos haber demostrado a la humanidad que el socialismo es el único camino superior al capitalismo".
El siglo XX fue testigo de una feroz rivalidad entre los campos socialista y capitalista, pero la caída de la Unión Soviética propinó un fuerte golpe al movimiento socialista del mundo. No obstante, China resistió el temporal y entró al nuevo siglo con un marxismo achinado.
El miércoles, Xi declaró que el socialismo con peculiaridades chinas ha entrado en una nueva era.
El socialismo científico está pleno de vitalidad en la China del siglo XXI, y la bandera del socialismo con peculiaridades chinas vuela alto y orgullosa para que todo el mundo la vea.
Está claro que el capitalismo no es apto en absoluto para monopolizar la ideología mundial. Esto se ha hecho cada vez más cierto desde la crisis financiera de 2008, cuyo prolongado impacto aún persiste en el mundo desarrollado, donde la brecha de riqueza no para de expandirse, la clase obrera no para de sufrir y la sociedad permanece dividida.
En el mundo en desarrollo, las experiencias de China ofrecen una nueva opción para acelerar el desarrollo sin dejar de preservar su independencia.
Numerosos observadores económicos son optimistas frente a la perspectiva de que China sobrepase a Estados Unidos como la primera economía del mundo en este siglo. La consultora financiera global PwC, con sede en Londres, predijo que esto podría ocurrir incluso antes de 2030, sin importar si el producto interno bruto se calcula en términos del tipo de cambio del mercado o en términos de paridad del poder de compra.
Hoy en día, es más posible que los campos socialista y capitalista mantengan una relación tanto de competencia como de cooperación por un tiempo bastante largo. Sin embargo, las dos ideologías pueden y deben coexistir pacíficamente en una era de globalización, o como lo dijo Xi, "en una comunidad de futuro compartido para toda la humanidad".
(Web editor: 趙健, Rosa Liu)