Por Cui Shoufeng
La economía compartida china exporta innovación y e-inspiración
Singapur, 27/06/2017 (El Pueblo en Línea) - La intensa competencia en China dentro del sector de bicicletas compartidas de alquiler ya es oficialmente "global".
Mobike, empresa china de bicicletas compartidas de alquiler, aseguró que está lista para comenzar el próximo 29 de junio su nuevo servicio en Manchester y Salford, Reino Unido. Con 1.000 ciclos en circulación, Mobike apostará por el mercado europeo.
En marzo de este a?o, Mobike desplegó 500 bicicletas compartidas en Singapur, donde también opera Ofo, su principal rival chino.
Mobike tomó la crucial decisión de avanzar en Reino Unido, justo una semana antes de que -durante una reunión ejecutiva del Consejo de Estado- se aprobara la directriz para impulsar la economía compartida. Durante la reunión, el primer ministro Li Keqiang afirmó que los líderes de varios países ofrecen su bienvenida a las compa?ías chinas de bicicletas compartidas de alquiler para que exploren los mercados locales.
Mobike ha recaudado 600 millones de dólares en su última oferta de financiamiento, liderada por Tencent.
Los ensayos en el extranjero de Mobike y Ofo han planteado preguntas sobre cómo y por qué este servicio chino tendría que ser global. Considerado como una solución innovadora para mitigar el dilema de la "última milla" que enfrentan los residentes en las grandes ciudades chinas e insuflar un “aire fresco” dentro de los esfuerzos del país por reducir la sobrecapacidad, las bicicletas “sin due?o” también crean el caos en estacionamiento y espacios citadinos.
Sin embargo, las empresas chinas cuando se aventuran en mercados de ultramar no siempre pueden gozar del franco apoyo político que consiguen en China. En ciudades como Nueva York y Londres, los ciclistas están obligados a usar cascos y otros equipos de protección. Los que adquieren este tipo de equipos, por lo general, son ciclistas aficionados que ya tienen sus propias bicicletas.
Otro detalle: los proveedores de servicios de bicicleta compartida de alquiler necesitan una autorización especial antes de que sus ciclos puedan rodar en las calles.
Competidores locales a un lado, Mobike y sus rivales chinos que aspiren a “globalizarse” tendrán que incurrir en costos adicionales a la hora de producir bicicletas y de procesar el pago móvil. El transporte de bicicletas fabricadas en China hacia los mercados extranjeros incorpora un nuevo costo de exportación y aranceles de importación. Fabricar en los países-destino tampoco sería rentable. Por otra parte, las plataformas de pago móviles como Alipay, que muchos ciudadanos chinos consideran universal y que se utiliza en la mayoría de las aplicaciones chinas que comparten bicicletas, fuera de China enfrenta restricciones.
Todo este panorama dibuja una realidad objetiva para dichas empresas. Pero sería injusto llamarle "locura"a sus intentos de internacionalizarse. Incluso si fracasaran, aportarían un valioso legado a los urbanistas de ultramar. Por ejemplo, el hecho de compartir datos e información valiosa para mejorar el dise?o de las ciudades.
Se conoce que Mobike acordó compartir con los ayuntamientos de Manchester y Salford su base de datos sobre patrones de viaje de los usuarios para lograr una futura planificación urbana más ajustada a las necesidades actuales. Será una bendición, tanto para los operadores de bicicletas compartidas como para los planificadores locales del transporte público, y evidencia una de las formas en que las bicicletas compartidas e inteligentes pueden probar su valía.
La demanda "insaciable" de los viajeros por las bicicletas compartidas, incluso cuando la oferta supere la demanda, no sería un problema grave si los proveedores de este servicio sistematizaran la disponibilidad, basada en horarios y lugares generados por los patrones del usuario. Los datos recopilados también se pueden utilizar para ofrecer bonificaciones o penalidades por buen o mal comportamiento.
Muchos intentos de implementar servicios de este tipo han fracasado en países europeos y en Estados Unidos por la miopía de los altos directivos. Los servicios Mobike y Ofo, ya asequibles en China y en ultramar, no habrían sido posible sin el decidido apoyo de los inversionistas. Ellos también ense?an una lección: los clientes siempre eligen con los pies en la tierra y un servicio popular que algunos sientan “ajeno”, desata la ira y envidia de individuos de bajos ingresos, que aprovecharán cualquier oportunidad para boicotear y da?ar las bicicletas.
Las compa?ías chinas de bicicletas compartidad de alquiler que ya entran a Reino Unido y Singapur no sólo ofrecer un servicio de transporte alternativo. Ellas subrayan la importancia de las innovaciones basadas en Internet +, ya sean sistemas de pago móvil o chips de datos montados en bicicletas.
China avanza en este campo y está dispuesta a compartir su experiencia con el mundo. Las bicis chinas en ultramar ofrecerán e-inspiración vital.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)