China tiene una buena agenda para el crecimiento global |
KundapurVaman Kamath (a la izquierda), presidente del nuevo Banco de Desarrollo (NDB), el ministro de finanzas de China, Lou Jiwei (al centro) y Yang Xiong, alcalde de Shanghai, asisten a una ceremonia de inauguración del nuevo Banco de Desarrollo en Shanghai. [Foto: Gao Erqiang]
Por Michael Spence, premio Nobel de economía
Pekín, 04/08/2015(El Pueblo en Línea)-En los últimos 35 a?os, las autoridades de China han puesto su foco de atención en la economía nacional, aunque cada vez eran más conscientes del creciente impacto del país en la economía mundial, no había ninguna estrategia que garantizara que sus vecinos se pudieran beneficiar de la transformación económica.
Pero ahora China tiene una estrategia, o al menos está desarrollando rápidamente una que se extiende más allá de Asia, abarca Europa y llega a la costa oriental de áfrica. Un elemento clave de la nueva estrategia de China es el establecimiento del Banco Asiático de Inversión para Infraestructuras (BAII), y en cierta medida el nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, establecido el a?o pasado. Ambos bancos son justas alternativas al Banco Mundial, dominado por potencias occidentales y al Fondo Monetario Internacional.
Es también vital para la nueva estrategia la Ruta de Seda de Asia Central hasta el mar negro y la Ruta de la Seda del siglo XXI, vía marítima, a través del estrecho de Malaca y del Océano índico al Mediterráneo oriental, a través del Mar Rojo.
Los economistas a veces perfilan la economía global como un complejo mercado cambiario. Pero no lo es. Es una red, en el que los vínculos se construyen mediante la expansión de los flujos de bienes, servicios, personas, capital -y muy importante- información. El objetivo de China es crear vínculos, disponiendo de una alta cifra de bienes, que le permitan actuar como un catalizador para el crecimiento y el desarrollo regional.
Lo más obvio es su gran y creciente mercado interno, al cual otras economías pueden acceder a través del comercio y la inversión. China así se unirá a las filas de los países avanzados en abastecer el mercado de exportaciones (y empleos) de los países en etapas más tempranas del desarrollo económico.
Y esto también se debe a que China ha construido una capacidad inversionista mucho más grande que su economía doméstica y ahora puede absorber, buscando oportunidades en el extranjero, tanto ofertas públicas como privadas. Las empresas chinas, en particular, quieren establecerse internacionalmente. Y con la participación del BAII y el nuevo Banco de Desarrollo, China lleva adelante el equivalente a una estrategia de desarrollo multinacional.
También, en virtud de más de 30 acuerdos de intercambio con otros bancos centrales (el primero fue con la República de Corea del Sur en diciembre del 2008), China está utilizando sus reservas en divisas extranjeras para ayudar a sus vecinos a defenderse contra los volátiles flujos de capital internacional. Esto se asocia al programa de internacionalización del Reminbi (peso chino), consolidando rápidamente su lugar en el comercio internacional.
En esto hay mucho más que la internacionalización de una moneda, pues China ya ha solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI ) que el Renminbi esté incluido en la canasta de monedas que determinan el valor de la unidad de derechos especiales de giro del FMI, y se espera una decisión favorable para finales del 2015.
Unirse al dólar, a la libra esterlina, al euro y al yen japonés podrá llevar al Remimbí a su convertibilidad plena.
Las autoridades chinas trazan a largo plazo. Su aguda estrategia, de seguro, a corto plazo enfrentará obstáculos. La pregunta es: ?Vale la pena persistir?
La respuesta es sí. La iniciativa de la "Ruta de la Seda" reducirá las dependencias de las rutas marítimas, que pueden ser bloqueadas o interrumpidas, especialmente en el Estrecho de Malaca. Dicha inversión también aliviará las limitaciones de las economías de la Ruta de la Seda causadas, en gran medida, por el lento crecimiento y el déficit de inversión.
Muchos creen que la inversión del sector público es una buena manera (quizás la mejor) de utilizar los recursos productivos de la economía mundial y aumentar su eficiencia y potencial de crecimiento. Pero esto requiere un esfuerzo multinacional. Los líderes de China seguramente quieren un reconocimiento internacional de talla mundial para su país. Pero también quieren que el ascenso de China sea beneficioso para sus vecinos y para el mundo. El nuevo enfoque externo de la estrategia de crecimiento y desarrollo de China está dise?ada para hacer real este ideal.
El autor es Premio Nobel de Economía y profesor de economía del Colegio de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York.